Una historia en imágenes

En el año 2012 nuestra  primaria, la escuela NIÑO JESÚS, cumplía 50 años...
Mientras nos preparábamos para los festejos, la ex directora Prof. Liliana Motura, escribía estas palabras...

RUMBO A LOS 50 AÑOS DE LA COMUNIDAD EDUCATIVA AGUSTINOS RECOLETOS.

Caminando hacia los 50 años de nuestra querida comunidad Educativa Agustinos Recoletos los recuerdos se pierden en la penumbra de los tiempos pasados, y es necesario hacer presente la historia común, como quien descubre  una vez más las raíces vivida en la simple cotidianidad de cada día.
Detengo  mi paso agitado, y  mirando el pasado recuerdo a quienes iniciaron y dieron continuidad a la hermosa aventura de "Educar la Niñez", seres visionarios, comprometidos con la formación integral de mentes y espíritus infantiles.
Especialmente a aquellas  maestras,  que promocionaban a la salida de misa las  actividades que se realizaban en la institución , llevando  como un apostolado la vocación docente, trasmitiendo con prácticas honestas y virtuosas no solo sabiduría, sino aportes para el alma, que perduraron por siempre.
Transcurría el año 1972... la clara luz del sol de marzo se filtraba entre las ramas de los árboles, cuando por las calles de esta ciudad, iba yo camino a la escuela, por primera vez.
              Llegué a la misma, con la creencia de que sabía mucho para el buen desempeño en la tarea docente, con miedo, inseguridad y un montón de sueños y esperanzas... me temblaban las piernas al saludar a las que serían mis compañeras. No sabía en ese momento que mi objetivo sería dar de mí todo a los niños. 
   Entré a su patio  con temor a no saber, a no poder... con solo un diploma y nada de experiencia, con la misma sensación en el alma, de un pequeño que va a la escuela por primera vez. 
Muy pronto me di cuenta que mi aprendizaje recién comenzaba. Sólo traía algunos conocimientos y métodos de trabajo, pero en ella aprendí lo más importante, lo que no se aprende estudiando. En este ámbito fui realmente consciente de la importancia de las relaciones humanas y de su influencia en la educación. Aprendí el dar sin esperar recibir. Aprendí que los regalos más importantes que podemos recibir los maestros son las caras sonrientes de nuestros alumnos... un muchas gracias después de haber entendido algo que le hemos explicado de mil maneras diferentes... un abrazo... una cartita...un beso. Aprendí que mi felicidad más grande, como docente, era comprobar los logros de mis alumnos. Aprendí que era muy importante ir perfeccionándome día a día para poder brindarles lo mejor que yo podía. Me enriquecí como persona y como profesional en el contacto con ellos, pero también con mis compañeros, superiores y autoridades educativas.  Son tantas las cosas que aprendí aquí, que es casi imposible enumerarlas. 
              Toda iniciación es siempre difícil, no cabe duda, ya que en el complejo arte de enseñar, sólo la experiencia que se recoge a través de los años de labor cumplida nos aclara muchos secretos y orienta nuestros pasos por el camino más seguro y menos escabroso para la obtención de mejores resultados
 En esos  años dorados de mi juventud, edad maravillosa en la que las ganas y la vocación estaban por encima de cualquier dificultad, cuando los problemas siempre tenían solución, cuando el orgullo de ser maestra se demostraba en cada acción, trabajé doble turno Los distintos e innumerables momentos vividos con mis primeros alumnos de 1er grado turno mañana y el preescolar del turno tarde han quedado grabados en mi para siempre; recuerdo aún algunos nombres y a muchos los veo periódicamente mientras que otros buscaron nuevos horizontes. 
Aquí estoy... dejando vagar mis recuerdos hasta muchos años atrás y veo la figura inconfundible de la Sra. Lidia de Nava profesora en Jardín de Infantes  que me recibió con inmenso cariño, me ayudó  a afirmar mi vocación innata, primero como compañera y luego como Directora.
Era una persona muy maternal, con muy buena pedagogía, mucha paciencia, amor a los niños, muy paciente, creativo, cariñoso, dedicado, observador, y versatilidad para saber tratar tanto con los niños como con sus padres. Alegre, protectora, defensora de los juegos infantiles, llevaba a los niños a expresarse a través de las artes del dibujo, pintura y modelado.
Nunca voy a olvidar las kermeses, cines, que realizábamos los fines de semanas para recaudar fondos y adquirir materiales para el jardín.
Con qué amor trabajábamos para este fin las docentes, directivos y las mamás delegadas que siempre estaban para ayudarnos.
Llevando en su corazón el orgullo de haber pertenecido a la familia  agustiniana la señora Lidia Rodríguez de Nava debe iniciar una nueva etapa de su vida: jubilarse.
Recuerdo  cuando los niños debían concurrir a la quinta Asturiana para realizar gimnasia o cuando dentro del horario de clase cada docente debía acompañarlos  hasta el gimnasio, que estaba frente al Colegio Calvario, y esperarlos para traerlos de regreso a la escuela.
Muy importante eran las experiencias campamentiles donde los niños disfrutaban del contacto con la naturaleza, aprendían a respetar normas, pautas, compartir risas, armar pequeñas carpas, preparar obsequios para los padres  quienes culminando las mismas participaban de una velada artística.
Cuánto trabajo y alegría  sentimos cuando se publicó la primera revista de la escuela  que se llamó de 8 a 18, para comunicarse con los hogares contándoles los trabajos que realizaban los distintos grados, mostrarles las producciones individuales  o grupales de los alumnos.
 En el año 1997 se intentó cambiar el nombre de la escuela, con el objetivo de identificarla más  con el Carisma Agustiniano, ya que  en la ciudad nos conocen por los “PP .Agustinos”. Por tal motivo, y al no ser aceptado por parte de las autoridades provinciales el cambio completo, se le añadió a su nombre original el de “Agustinos Recoletos”
Se pasa a llamar  “Escuela Particular Incorporada Nº  1169 Niño Jesús –Agustinos Recoletos” En 1998 y 1999 la Orden de Agustinos Recoletos compra dos casas lindantes al Norte de la Escuela. En 1999 funciona en dos habitaciones el flamante 8º y 9 º año, producto de la transformación educativa iniciada luego de la sanción de la Ley Federal de Educación (diciembre de 1993).
Existieron varias dificultades pues el Servicio de Enseñanza privada no nos permitía implementar nuevos años, pero se presentó las firmas de los padres, otra documentación de los maestros y de toda la escuela, al Vicario de Educación y éste al Sr. Arzobispo de Santa Fe, quién con su aval completó nuestra solicitud elevándola ante el Ministerio de Educación de la Provincia.
Fue una espera larga, donde rezamos mucho al Niño Jesús, a San Agustín y a San José. Por fin recibimos la noticia de que nuestra escuela era Autorizada y las dificultades se transformaron en alegrías, pues se podría brindar a nuestros alumnos muchas posibilidades para el futuro
El 2000 empezó con el sector nuevo funcionando a pleno en la construcción que se levantó en las vacaciones entre 1999 y 2000: Salas de Nivel Inicial, Aula de primer año EGB, depósitos, sanitarios, gimnasio (playón polideportivo) todo en planta baja. El padre José María Galdeano bendice las nuevas instalaciones.
También este ciclo presentó un claro desafío institucional - la primera promoción de EGB completa (9° año)-. Esto implicó transitar un tramo nuevo en la educación: la formación de adolescentes de 14 y 15 años. Tanto el proceso, como los resultados podemos considerar que fueron muy buenos. Con el trabajo organizado, tesonero, responsable y articulado del equipo docente, los alumnos de todos los niveles y ciclos, pudieron avanzar en su aprendizaje de valores y conocimientos sin que se presentaran inconvenientes, los estímulos y agradecimientos recibidos de parte de los padres y supervisores, nos apoyaron en esta tarea.
 Cuando se montó un gabinete de informática con máquinas PC multimediales, impresora color y correo electrónico los alumnos de 4 y 5 años preparaban  sus trabajos en informática  y luego lo incorporaban a su carpeta.
Al dar el tema sobre  los medios de comunicación observaron que cuando estaban lejos de alguien y querían comunicarse podían hacerlo por carta o enviando un e-mail. Surgió la idea de enviar una carta a los papás y a la señorita  un correo electrónico por eso con la ayuda de la Srta. Clarisa la concretaron y detectaron cual llegó más rápido.
 Además se contaba con un laboratorio de Ciencias naturales  equipado con complejo instrumental adquirido al ganar un proyecto Innovador Específico otorgado por el Ministerio
Me acuerdo que al  contar con  este espacio nuevo los docentes nos tuvimos que capacitar, pero nos posibilitaba aprendizajes más activos, experiencias, investigaciones.
¡Qué emoción tenían mis alumnitos de 5 años cuando fuimos por primera vez a realizar experimentos en el laboratorio!
Jugamos con el agua: trasvasamos agua, vimos que no tiene olor, ni color, observamos los distintos estados del agua, escuchamos los sonidos producidos por el agua, miramos que cuerpos flotan y cuáles no, fabricamos lluvia etc.
Dimos gracias a Dios  porque el mundo que nos rodea tiene muchas cosas creadas por ÉL y de todas las maravillas, una de ellas  es el agua
Pasé 35 años   mostrándoles a mis alumnos el camino y acompañándolos en su caminar; invitándolos a trabajar con sus manos;  ayudándolos para que aprendan a leer y escribir;  transmitiéndoles paz y esperanza para que practiquen la bondad y el amor;  brindándoles las armas para que puedan enfrentar la vida;  ayudándolos a ser libres... esto y mucho más.  Desde el año 2007  tengo el honor de formar parte del equipo que conduce los destinos de la escuela Niño Jesús, seguramente con muchos errores, pero sembrando  saberes, normas, valores y amor. La mística de nuestro trabajo se nutre de la fibra de lo humano, lo formativo, lo vivencial. La exigencia cultural, intelectual y técnica no nos oculta el rostro de cada educando.
Las diferentes promociones de alumnos de séptimo grado, han logrado un ingreso destacado en los más exigentes colegios secundarios y luego, en gran parte continuaron estudios universitarios. Lo mismo podemos afirmar de las ocho promociones de noveno EGB, que año tras año pedían a los responsables de la institución la creación del Nivel Polimodal, o nuestro Secundario 2008, producto del cambio del sistema educativo. Tanta fue la insistencia, tanto el apoyo de la comunidad educativa y de la Orden de los Agustinos Recoletos, que el 23 de abril de 2009, el sueño se hizo realidad con la inauguración de la Escuela Secundaria "San Ezequiel Moreno".
Los padres se integran en actividades escolares. Los frailes participan de la catequesis de entrada y muy especialmente en semana vocacional. El taller de folclore que dirige la Sra. Olga Barrionuevo participa en distintos eventos con otras escuelas.
La comunidad educativa intenta ser fiel al lema de San Agustín que preside la fachada de la escuela:"Amor y Ciencia". Como su ideario lo declama la escuela agustiniana se caracteriza por un progresivo aprendizaje que conduce al conocimiento, siempre creciente, de toda la realidad, especialmente del hombre y de Dios y una sincera apertura a todos los hombres para construir una sociedad más fraterna y solidaria.
 En sus actuales dieciocho secciones, entre el Nivel Inicial y Primaria, repartidos en ambos turnos, la escuela hace carne estas palabras  "En la escuela agustiniana se enseña por amor a los demás y se aprende por amor a la verdad".
Toda esta tarea, responsable y realizada con conciencia y amor por los niños, puede llevarse adelante gracias al espíritu de los docentes y a la infinita colaboración de padres y allegados, que durante 49 años participaron activamente de la vida escolar.
Como puede verse, muchas son las propuestas de la comunidad escolar. Todos sabemos que el camino es largo y que los obstáculos son muchos, pero tenemos la fuerza que nos da el Señor y Nuestro Padre San Agustín, para continuar nuestra tarea
Hoy nos toca a nosotros hacer memoria de esta rica historia que hemos recibido.
Debemos mantener los caminos de los que nos precedieron, no olvidándonos que cada uno es un eslabón de esta cadena que es la comunidad, y sirve para sostener al otro de la mejor manera posible.
            Comienzo a despedirme, de lo contrario estas líneas se harían interminables, porque un recuerdo engancha otros, y poner nombres y apellidos a tantos rostros se torna difícil...
Solamente me resta agradecer a todas aquellas personas que durante tanto tiempo confiaron y me dieron un lugar para desarrollar mi vocación: ser docente. 
             Que San Agustín  nos ayude a no olvidar nuestro pasado, comulgar con nuestro presente y forjar un futuro esperanzador. Compromiso que nos debe orientar hacia una educación personalizada, dinámica, participativa, moderna, en la que la diversidad de actividades y experiencias posibiliten la integración y la vivencia de los valores, el descubrimiento de la interioridad, la comunión fraterna con los hermanos y la trascendencia en la inquieta búsqueda de Dios.
    


                                                                                        Prof.  Liliana Motura.
                                                                                                  Directora
                                                                              Escuela Niño Jesús Agustinos Recoletos.

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